miércoles, diciembre 26, 2007

(A Aintzane García Gracia)


Quizá nada que ver tuvieran
nunca los muertos con los vivos
ni con los astros, las flores o las olas
y sin embargo adquieren el día de su marcha
un halo especialísimo, como un fulgor de luna
de noche despejada y grandiosa
como un aroma puro de lavandas violetas
como un rumor profundo de playa y de marea
porque en todas las lágrimas se me agolpa el sonido
del batir de sus alas y la atmósfera
intensa de un campo en primavera
y su honda presencia que brota en la memoria
y me llama despacio a contemplar la escarpa
brusca y acantilada donde la tierra acaba,
donde empieza el océano.


( 26/12/07)



VII PREMIO DE POESÍA ClRCULO
DE BELLAS ARTES DE MADRID
AÑO 2006. (Aintzane García Gracia)


LO PERDURABLE O EL ENTIERRO DE BORGES

Un féretro cubierto
de rosas casi blancas,
unos brazos amigos sosteniéndolo.
Cuerdas que lo deslizan bajo tierra
en un ritual histórico peremne.
Demasiado común
para un ser enigmático.
Demasiado matérico
para alguien tan etéreo.
Hubiese sido
más apropiado el fuego.
Metáfora de incendio
que devorase tus ojos medio ciegos,
abrasando la piel, la voz, el hueso.
Un volcán lujurioso
con lenguas de brasero.
Purificando todo,
el sueño, la memoria,
la febril hecatombe imaginada.
Los tigres, las arenas,
las esquinas rosadas, los espejos
que anegaran Insomnes
los laberintos de vidas discordantes
sujetos a su cuello.
Desesperadas notas de un oboe
escapándose locas de su tubo.

Tú, no estabas allí, habías huido,
y desde lejos contemplabas todo
con la curiosidad incontenida
amasada con esmero desde niño.

Tú, te habías fugado previamente
como correspondía a tu entelequia,
y en tu lugar enterraron "al otro".

Tú, caíste flotando como pluma
perdido ya tu peso,
en espiral continua
por el hueco en hexágono
de la oscura escalera
de esa biblioteca absoluta
que sumergió tu vida
en la marea fértil
que asomaba perpleja
con las orillas rodando como pétalos.

Y te lloramos
como se llora a un muerto.
Tú, no estabas allí
y nos burlaste
y aquí sigues colmando nuestra vida
con tu obra perfecta.
Porque si hay algo
que perdure en el tiempo,
sin duda es un poeta.
(A.G.G.)