viernes, mayo 23, 2008


Adios a Iñaki. 23 Mayo 2008


El montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza (Pamplona, 1967) falleció esta mañana en la pared sur del Annapurna (Himalaya), afectado por una grave lesión cerebral complicada en las últimas horas por un edema pulmonar.

(Hace tiempo escribí este poema a propósito de la última ascensión de Juan Oyarzabal y Edurne Pasaban al K2. Hoy quiero dedicarselo a Iñaki Ochoa de Olza que en este mismo instante duerme para siempre y aun en soledad sobre la arista que sube hasta la cumbre del Annapurna).


Hacia el alba naciente
el giro ecuatorial de cintura esmeralda
se ha transformado en piedra
dormida de penumbras,
transgredida de valles, elevada de sueños
blancos como espumas gigantes
que coronan este choque salvaje
de mareas lentas y minerales;
oleaje imparable de millones de siglos
suma soberbia de altivos “ochomiles”.
(Himalaya, basílica, morada de las nieves
en vieja lengua sanscrita )

Por la arista mas tensa
sobre el cortante filo de la helada cuchilla
que sube hacia la cima
abrasada la piel del reflejo mas puro
y despiadado del sol que no respira
cada golpe de piolet
cada paso medido, irreversible de crampones,
cada metro de nieve, de permanente abismo
de resplandor contínuo , de implacable ventisca
es el hálito absoluto de la muerte.

Ya solo la montaña, ensimismada y ebria
de las luces rosadas del crepúsculo,
del helado silencio del vacío.
Cada vértice, tan solo geometría
donde se imbrica el cosmos
con la tierra, el punto único
de su contacto ancestral con el origen,
donde se cruzan eternos los caminos
que transitan el inmenso universo,
donde el azul se adensa y huye el aire
y se detiene absorta la mirada,
contaminada y muda de la pureza oscura,
cianótica y terrible de los dioses.

martes, mayo 20, 2008




40 años...





Al Vent.





http://es.youtube.com/watch?v=4Zvz2GJaIqI&feature=related
http://es.youtube.com/watch?v=7T-QiqaNfk4&feature=related






Aquella fue realmente una época fúlgida
sembrada de ilusiones y proyectos y sueños.
Una generación entera constataba la inercia
de la España caduca sesgada y sometida.
Yo fui uno más, quizá atemorizado
hijo burgués de familia católica
al que dijeron que los hombres son iguales,
la dignidad humana la mas alta,
la inteligencia y la cultura los valores,
el amor, la esperanza: las premisas del mundo
y que creyó firmemente aquel mensaje.
Romántico? De sobra, por fortuna.
Pero acusadme solo de haber sido estudiante
en los últimos años del franquismo.

Sensibles como poetas a los vientos del pueblo
que llevan y que arrastran
Empezamos a oir que era Mayo en París;
que en el puente de Carlos tenía Praga
un horrísono estruendo de cadenas de carros
de combate aplastando amapolas;
y en el cañón de los fusiles portugueses
brotaban los claveles como anuncios
de libertad bella y apasionada.

Profesiones de fé cantares emotivos
que hablaban de no vender el alma
jamas, aunque fuese mas fácil,
encontrar en el mar las rosas anheladas.
Éramos estudiantes, de vocación traperos,
tal vez titiriteros, como Serrat algo poetas,
dispuestos a tirar tu por aquí yo por alla,
y hacer caer la estaca y podernos liberar.

Y el poeta fue él, bajando estrellas rojas
al firmamento negro de la boina
y del pelo crecido de heróico gruerrillero
y a un diario escrito allá en la sierra alta
de Bolivia, allí y aquí dejándonos su clara
su entrañable presencia, comandante,
hasta la victoria siempre, comandante.

Y eran simples y hermosas las máximas
del presidente Mao en el librito rojo
pasado en la frontera escondido en la ropa

Por la curva del “edificio B” a Filosofía
bajan los “zetas” infestados de “grises”
David multiplicado, la trenca y la bufanda
larga y negra con la franja azul claro
desde escasos tres metros lanza eficaz la piedra
directa al parabrisas del Goliat metálico.
Por la curva del “edificio B” en Filosofía
aguantando a pié firme, inamovibles
con la piedra en la mano
el galope veloz de los caballos
aquellas porras largas de temor y de saña.

Esparcidos por tierra los apuntes, los libros
de Anatomía, de Poesía, de Historia
Latín, Filosofía; derribados por tierra
los libros de Aranguren o de Herbert Marcuse.
Desalojábamos las asambleas, los cantos,
las cajas rasgueadas de las viejas guitarras
inquiriendo respuestas que aun flotaban al viento.
Roja la propia sangre, la de los compañeros
también ensangrentados cuando las gruesas puertas
de cristal del hall se desplomaron
por la presión y el miedo reducidas a añicos.
A la carrera; detrás el terror cierto
de los grises, los golpes y las detenciones;
salvando terraplenes de inexplicables saltos
como teniendo alas allá en la Complutense.

Y las porras cebándose por un mísero sueldo
de los esbirros ciegos , los perros del sistema
siempre los perros , de gris, azul o sepia.
Sin importarles cual, los perros del sistema.
Antes Julian Grimau, despues tú Enrique Ruano:
el día que la político social subió a tu casa
tenías previsto casualmente el suicidio.
Volaban también por las alturas los obreros
de Standard Eléctrica y Marconi
muertos por disparos efectuados al aire.

Del abrigo de Pedro Sanchez, amigo y compañero
surgieron los panfletos contra Nixon
donde paraba “el F “ en Reina Victoria.
Le detuvieron los “sociales”, sabeis lo que era eso?
De la melena rubia le agarraban para tumbarle al suelo
en Sol, la D.G.S., y entre una y otra patada
alguno le decía: “tu madre es una puta, ayer me la he tirado”

No os exagero nada. Aunque cuento tan solo
personales y pequeñas anecdotas.
Quizá por pocos años no vivisteis aquello.
La experiencia consciente de la época
todavía cercana que hoy vuelve a la memoria
en los que era arriesgado charlar sobre política,
y el acorazado Potemkim atracaba en un piso
escondido en un proyector de dieciseis milímetros.

Fue el tiempo de la fé, la fé en el hombre
La justicia social, la igualdad y el progreso
La paz entre los pueblos, el tiempo del espíritu,
que late aun como rescoldo vivo
en la memoria, el corazón, y el sueño.

Quién hubiese siquiera sospechado
tras las banderas tan brevemente enarboladas
este otro tiempo de regresión oscura
a la prebenda, la clase, el privilegio;
este tiempo terrible de opresión y de guerra,
de genocidio , de tortura en masa,
la despiadada “razzia”, desatada y salvaje,
el saqueo voraz, furor capitalista ,
la prepotencia cínica de los poderosos
de los depredadores campeando a sus anchas,
la revancha falaz, reaccionaria de la derecha infame.

Y aunque ni el mismo Esquilo dé fé como testigo
no muere aun la ciudad arrasada;
caida Atenas pero vivos sus hombres,
palpitante en el alma aun el proyecto
irrealizado de solidaridad y de justicia.
Sensibles como poetas a los vientos del pueblo,
el rostro al viento, los ojos, las manos, el corazón
al viento de juventud, sincero, ilusionado,
como sangre renovada de la historia del mundo

Todavía son rojas nuestras rosas
son rojas nuestras venas, nuestra sangre
encendida, son rojos nuestros sueños.
Para poder pisar las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
Y resistir otra vez este taimado asalto,
calado el casco y en la mano el arma,
como Allende lo hizo en la Moneda.

Y si levanto el puño cuando entono
aquellas viejas canciones de combate,
profeso la poesía y la esperanza,
rechazo el desencanto que os hace estar de vuelta,
el pragmatismo que ha roto vuestros sueños;
y aun siendo mas ingenuo cada día,
para escribir los versos que son mas necesarios
me queda la memoria aun incorrupta
y la impronta en el alma
de aquella juventud generosa y rebelde,
ya nunca derrotada.


Alfredo Piquer.

(Escrito bajo el gobierno Aznar)
De Javier Esteban (En Generación. Revista Universitaria de distribución gratuita. Mayo 2008)

La sombra de la contracultura es alargada. El mundo no sería el mismo sin la serie de movimientos que conocemos como Mayo del 68, del que París es solo un escenario de la batalla de conciencias planetaria.
Contracultura y antiautoritarismo, revolución sexual y de las flores, ecología, apertura a Oriente y a su espiritualidad, experiencias con LSD y subversión en los Campus. Un mundo nuevo se insinúa por las Facultades de todo el planeta. No es sólo un mundo material, es la constatación de que debajo del átomo hay vida, de que debajo de los adoquines está la playa. Lo que los científicos han descubierto el año 27 a través de la física cuántica no emerge hasta el 68 en la forma política. La materia y el poder no son fines en si mismos: el amor hacer bailar a la vida. El hombre es portador de conciencia y jugador de su libertad, que lo constituye como hombre. El poder de un hombre sobre otro no atañe a la conciencia. Los viejos sistemas deben desmoronarse en una carcaja­da ácrata de lucidez .. Pero la nueva ola de conciencia y de libertad topó con el anillo de poder. Ese anillo fué rojo en Praga, azul es España, blanco en el Vaticano, amarillo en París, transparente (invisible) en Estados Unidos. El partido comunista, no faltaba más, actuó como fuer­za sutilmente represora en Bolonia o París.
Nos preguntamos que queda del 68 y tenemos que decir que el mundo no sería como es sin el 68, lo que no significa que el 68 haya vencido. Su derrota es constatable observando que un planeta con diez mil millones de egos no es sostenible. Esa es la batalla pendiente. El siglo XX fue una lucha sin conciencia entre la naturaleza y la técnica como expresión el poder. El XXI puede ser el del Apocalipsis o el de la cordura. La gran mutación sigue pendiente.