martes, marzo 03, 2009

"NO LLORES POSEIDÓN"
POEMAS DE ÁNGELA REYES




Juan Van Halen ha dicho que la poesía de Ángela Reyes se apuntala siempre en una directa sencillez verbal preguntándose si detrás de esa sencillez no palpita , sabia y cómplice al lector, un buen y diestro oficio poético. No tiene duda.

Dice asimismo Juan Van Halen que la poesía de Ángela Reyes es misteriosa, onírica, irreal. Es una poesía muy a lo hondo que emociona precisamente porque no tiene trampa ni cartón, no se alza desde la tramoya, no es escenario sino vida.

No será necesario que ponga de manifiesto esa adscripción clara de Ángela Reyes por la metáfora universal que es el poema Homérico. Porque queda de manifiesto en su título No llores Poseidón pero también en otros como Cartas a Ulises de una mujer que vive sola o en su novela Morir en Troya.


Entre otras cosas Yo diría que la poesía de Ángela Reyes es simbolista, porque es cromática , icónica, y fundamentalmente plástica o si se quiere pictórica; pero si consideramos No llores Poseidón Otro factor se hace casi imperceptiblemente presente como concepto que latiese en todo lo sucedido, si puedo decirlo así , a lo largo del libro.

Ese tiempo que es la estructura sobre la que se teje el recuerdo , la vivencia presente y la constatación de su paso inexorable:


Le ví llegar con su hermosura ya marchita
Venía con la vida ya menguante
Aquel que antaño las llamaba con un golpe de sangre
No llores Poseidón si por tu vida ya pasaron todos los bueyes mas granates
No siempre fue marino, hubo un tiempo lejano en que…

Alguien , por supuesto que el propio poeta, pero no lo digamos a nadie, cuyo conocimiento es próximo, íntimo, veraz y profundo, desentrañará todo lo que sucedió, todo lo que sucede, y lo que suceda.

Y yo creo que si en Carméndula, por ejemplo, hay una historia de amor transitada por imágenes hermosas y sorprendentes en No llores Poseidón hay asimismo una historia esencial entre un hombre y una mujer, no entre hombre y mujeres, sino entre el hombre y la mujer. Un hombre amado y desamado , un hombre quizá naufrago , quizá derrotado un hombre que regresa, y unas mujeres, una mujer, que saben , que intuyen, que están dispuestas a dar , a darse de nuevo, incondicionalmente.

Me parece que Poseidón es al mismo tiempo dios del mar y navegante. Ella, la que narra , la que vive dentro del poema, le ha llamado “mi triste navegante”, navegante y jinete volador, mi triste galeote. Quizá en su pecho se palpa un desamor, una mujer tan enquistada que el tiempo la trocó en mármol de oraciones
Cuando el sol se derrumba con su temblor de miel solloza el triste navegante
Quizá el mismo que bailaba desnudo bajo la luna de cuaresma
Este hombre que ayer fue de cobre candente y de mirar tanto el mar se volvió hombre de agua.
Aunque no siempre fue marino. Hubo un tiempo lejano en que vendía ajorcas de oro rebajado
Quizá aquel que mas sabe de la hondura del mar y los ríos internos que mecen sirenas aunque estas sean, no las de Ulises, sino viejas matronas de carne piedra pomez
El de las botas que tanto saben de su pasión y de su odio
era el mismo jinete a quien un día regalaron la rubia margarita aun por deshojar?
Pero ese hombre es a la vez el que un día se acercó a la playa a mojarse los pies y desprenderse del cansancio que se parece a un angel desmayado para el que todo acaba con su muerte
Que jamás pudo entregar una carta de amor a la mujer que le esperaba porque el agua se llevó el secreto de los folios azules
Ellas, las niñas de este pueblo las de olor a canela y bolso plexiglás


Y quizá la clave de la nostalgia, al cabo algos, dolor, y nostos regreso, es decir dolor por el regreso sea el único deseo verdadero y el único paradójicamente irrealizable. El deseo de recuperar el tiempo.

Como decía al principio , el tiempo es la estructura Porque todos en el mar hemos perdido gavillas de ilusiones y algún que otro campanil se quedó tocando por una juventud que ya no es nuestra

Pero en este punto Creo entrever un cierto tránsito en el transcurso del libro , de toda la historia que contiene si es que acaso fuese una, un travelling desde el plano de este navegante hacia aquel en que aparece la mujer, las mujeres que en un principio eran, no diré secundarias , pero si estaban en un plano medio o quizá alejado.

Seguro que la vio tras las altas mareas. Y para que nos quiera, habrá que ponerle cada noche un naufragio en medio de la alcoba y llegar aterido.

Ellas, han vuelto todas están dispuestas a quererte, muestran el liguero de color membrillo y corren a ofrecer el pocillo de miel que guardan en sus bocas...

Traficantes de barras de carmín y dicen que en el lindero de la playa hay un loco que corre en pos de su cometa. Siempre lloran cuando se encuentran con un hombre que lleva grabado un nombre de mujer en la mirada y entre tanta matrona vive una niña transparente de color de tisis que aprendió muy temprano a teñirse las ingles de azafrán.

Y esta mujer ,una, no promete nada pero de sobra sabe el triste navegante, si se olvida del mar y su hermosura que por siempre será la gota de almidón en cada beso, el vivo corazón de su existencia.

Pero no voy a destrozar los poemas porque no contaré la historia apasionante y antes que nada, apasionada que hay en cada poema y en todos los poemas

Búsquenle u significado real y fáctico a cada metáfora, a cada imagen de Ángela reyes porque lo encontrarán. Lo encontraran desde una traducción personal de su poema porque esa es la validez de la obra de arte cuando una vez salida de las manos de su autor, ya no le pertenece sino que pertenece a la experiencia universal y profunda que todos compartimos.


Alfredo Piquer Garzón