lunes, noviembre 23, 2009


Un poema? lélo, lélo! ...Una poesía? Léla, léla!


A Consuelo Menendez, para siempre en el corazón.


Presentación Recital de Otoño 9 Dic 09 "Sueños en sepia".



Damos comienzo al Recital de Otoño de este nuestro Grupo de Poesía del Aula de Encuentros en el Círculo

Sueños en sepia porque los sueños amarillean con el tiempo y se tornan en sepia como una antigua fotografía
En sepia porque es el tiempo del Otoño en que todo adquiere un fulgor siena ocre y dorado como la esperanza de un definitivo reencuentro con todo lo mas querido.

En esta ocasión somos sensiblemente menos que otras veces. Digo sensiblemente porque la reciente pérdida de una de nuestras compañeras más queridas, Consuelo Menendez supone una perdida sensible e irreparable.

Consuelo Menendez ha fallecido hace unos días en este Otoño sepia … y desde aquí queremos rendirle nuestro homenaje y recuerdo más sentido.

Diré de ella algunas cosas que sonarían de tal manera a tópico que si las digo aquí con énfasis es porque resulte que sean absolutamente ciertas. Ciertas, fehacientes, constatadas no solo por mi sino por muchos otros compañeros de este grupo de poesía que sienten igualmente su pérdida. Consuelo Menendez era una mujer extraordinaria. Era una mujer valerosa, era una mujer optimista. Escritora y poeta entusiasta publicó tres libros aunque había escrito mucho mas. Destellos. Brotes de Intimidad y Doce nombres de mujer y un relato Estos dos últimos presentados aquí en el Círculo de Bellas Artes.

He tenido la fortuna de escribir el prólogo de su libro Brotes de intimidad y de leer con ella en más de una ocasión delante de este mismo micrófono alguno de sus hilarantes diálogos como es “Patricia”. Hemos tenido la fortuna de compartir tantos ratos de amistad y de poesía en su casa de Madrid y de Villalba cuando nos invitaba a un “porque sí” que dejaba muy claro con su humor el motivo del encuentro. Yo me sumaba siempre a corear su broma cuando en las reuniones de grupo alguien iba a leer un poema y si era varón decía: “Un poema? Lélo, lélo!” y si la autora era mujer decía: “Una poesía? Léla, léla!”

Peleó larga y duramente con la enfermedad y le opuso toda su resistencia que era mucha. No tenía miedo. Sabía que era una guerra que tenía que pelear ella sola aunque tuviese toda la ayuda de los suyos. Porque no peleó solo con una permanente sonrisa sino con una risa franca y llena de humor y vitalidad.

Pero sobre todo tengo que confesar que después de haber acompañado a Juan, a Marta y a Javier en una despedida tan dura, tanto es el eco de la voz, la viveza y el humor de Consuelo en la Sala de nuestras reuniones poéticas aquí en el Círculo que cuando llego todavía me pregunto: Y Consuelo ?

Paco Montesinos ha dicho (no he cambiado el tiempo de los verbos) que Consuelo Menendez recurre a su extraordinaria capacidad para sobreponerse a lo indigno, retándolo con sentido del humor, con una sonrisa, con un gesto, con la fuerza de quién se sabe del lado correcto y se sobrepone a lo que a muchos nos hundiría en abismos insondables. Ella roza la maestría con sus recetas simples para explicar los sentimientos más complejos que imaginarse puedan. No es un mero artificio de sintagmas perfectamente construidos, que engarzan con asombrosa precisión, sino una magia blanca y amable capaz de vislumbrar lo mejor de cada uno de nosotros.

Yo por mi parte, quiero dedicarle estos versos que Pablo García Baena dedicó a su vez a Blanca Fdez Canivell

Porque eras nuestra quiero recordarte
Serena niña azul, entre la nieve
cálida de tu nombre, viola blanca,
fugitiva sonrisa de la tierra;
no ángel, no sagrado ser sonámbulo,
del sol, del mar, del aire, la alegría
eras de nuestro mundo, leve arcilla
goteante, criatura de armonía.
Aquí erigías alta la columna
de la amistad, el vaso limpio y claro,
la lis, el tirso, las lejanas flautas.
Aquí tu corazón de tibios panes
encendía su lumbre a la tristeza,
ascua viva de sándalo en la noche.


Y de Antonio Porpetta:

Quedó lejos el mundo, el tiempo, detenido.
Dormitaban los campos:
Ni la más leve brisa, ni un susurro de árboles,
Ni un cántico lejano, ni un rebullir de pájaros.
Muy dentro de nosotros, para siempre,
Aquel caudal inmenso de poesía,
Aquel caudal inmenso de emoción.


Homenaje a Consuelo Menendez.-

- DISCO Pistas 2 y 3 Poema(s) Grabado(s)

- Poema Leído

- Texto y Poema de Paco Montesinos
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Abrimos nuestro recital de Poesía Sueños en Sepia con la participación de los miembros del Grupo de Poesía en El Círculo.

RECITAL: Programa
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Colofón

Hasta aquí nuestro recital de Otoño Sueños en sepia

Si cuando hablamos de esta casa , de nuestra casa, hablamos de la casa que es la Poesía…

De Antonio Porpetta

Venían con frecuencia
a compartir el paso de las horas
en nuestra compañía.
Vieron este paisaje, respiraron
este mismo silencio,
nos dejaron aquí sus miradas, sus gestos,
el aire de sus manos,
la viva calidez de sus palabras…
Y después, con el tiempo, poco a poco,
en un éxodo gris y enmudecido,
se nos fueron marchando.
No se si están alegres
o deambulan cubiertos de tristeza, si ya nos olvidaron
o nos guardan aún en sus leves memorias,
pero aquí permanecen
en el recuerdo ardiente de sus vidas de oro.
sus huellas y sus voces parte son de esta casa,
un vivo patrimonio
que estos muros por siempre guardarán.


No puede haber tristeza,
Ni hacer de la nostalgia una costumbre.
Memoria sí, memoria que renazca
Su reflejo de plata desde la lejanía.

Saber que una mañana no seremos,
Pero saber también, estoy seguro,
Que estaremos por siempre en esta casa.